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20 de febrero de 2013

Para bien o para mal : La televisión sí influye en nuestros hijos

Dos recientes estudios sugieren que la televisión ejerce una profunda influencia en nuestros hijos.

Efectivamente dos investigaciones cientificas, una en Estados Unidos y otra de Nueva Zelanda, echan más leña al fuego en relación a las quejas, que vienen de lejos, de que ver la televisión, sobre todo escenas violentas, puede ser perjudicial para los niños.

Cada estudio ofrece un punto de vista diferente sobre el efecto de la televisión en los niños. Por ejemplo:

El estudio realizado en Nueva Zelanda, contó con un grupo de niños entre los que, al crecer, se produjo un gran número de casos de condenas por causa criminal y hallaron que los que habían visto durante más tiempo la televisión fueron los que tuvieron más problemas.

En el caso del estudio estadounidense, informó que los niños en edad preescolar a los que aleatoriamente se les pidió que vieran programas educativos y "prosociales", aparentemente tuvieron una mejor conducta conforme pasó el tiempo que los niños que vieron la programación normal.

"No se trata solo de las malas conductas que adoptan al ver la televisión. También pueden adoptar buenas conductas", afirmó el autor del estudio de EE. UU., el Dr. Dimitri Christakis, director del Centro de Salud, Conducta y Desarrollo Infantiles del Instituto de Investigación Pediátrica de Seattle.

Por varias razones, los investigadores tuvieron dificultades para comprender si la televisión es realmente perjudicial para los niños. Si los niños ven muchos contenidos violentos en la televisión y luego se portan mal o se vuelven violentos, podría deberse a que se sienten atraídos de forma natural a ese tipo de programación y no a que estén directamente influidos por ella, afirmaron los expertos. O puede que fuera otra cosa, como la crianza recibida o la genética, lo que podría servir para explicarlo.

El estudio de Nueva Zelanda realizó un seguimiento a 1,037 niños hasta la edad adulta (26 años de edad) para ver cómo les había ido. Nacieron entre 1972 y 1973 en Dunedin en South Island, Nueva Zelanda.

Los investigadores hallaron que aquellos que vieron la televisión durante más tiempo cuando tenían entre 5 y 15 años de edad, al crecer tuvieron una probabilidad mayor de ser condenados por causa criminal o de tener un trastorno antisocial de la personalidad. El estudio no prueba de forma definitiva que ver la televisión fuera la causa de la conducta criminal o agresiva, pero los investigadores hallaron que otros factores (entre los que se incluyeron los niveles de pobreza y el coeficiente intelectual) no influyeron.

"Los hallazgos respaldan muchos otros trabajos de investigación que indican que ver mucho la televisión en la infancia puede conducir a conductas antisociales problemáticas más adelante", afirmó el coautor del estudio, el Dr. Bob Hancox, profesor asociado en el departamento de medicina preventiva y social en la Universidad de Otago en Dunedin.

El estudio no es habitual porque el 27 por ciento de los chicos fueron condenados por causa criminal para cuando tenían 26 años, y un notable 19 por ciento de ellos lo fueron por un crimen con violencia. Sin embargo, Hancox afirmó que los investigadores no pensaban que esas cifras fueran especialmente altas.

Los autores del estudio no saben si el contenido televisivo que vieron los niños fue especialmente violento; solo había dos canales en el país en aquel momento, y muchos programas eran de otros países, comentó Hancox. "No podemos afirmar a partir de nuestro estudio si lo más importante es el contenido violento o simplemente el hecho de ver la televisión", añadió.

En el estudio de EE. UU., los investigadores de Seattle analizaron lo que pasó con 565 niños de 3 a 5 años de edad a los que aleatoriamente se les pidió que vieran programas normales en televisión o programas educativos y "prosociales". Básicamente, la idea era cambiar programas como los "Power Rangers" por otros como "Mister Rogers' Neighborhood", señaló Christakis.

Después de seis meses, los que habían visto la programación educativa obtuvieron una mejor puntuación en una prueba de "competencia y conducta sociales" que rellenaron sus padres.

No queda claro si esa diferencia de puntuación quedó reflejada en la vida real de los niños. No obstante, las pruebas estaban encaminadas a examinar si los niños eran cooperadores, no agresivos y si no discutían.

Christakis comentó que estos rasgos no indican que los niños sean dóciles. "Para mí, son rasgos deseables", señaló.

El gran mensaje es que el tipo de contenidos televisivos que ven los niños importa, añadió.
"Toda la televisión es educativa. Simplemente es una cuestión de qué es lo que se enseña", afirmó Christakis.

En un editorial acompañante a los estudios, que se serán publicados en la edición de marzo de la revista Pediatrics, la Dra. Claire McCarthy del Hospital Infantil de Boston y la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, se hizo eco de esa idea.

Reiterando la recomendación que la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) viene haciendo desde hace mucho tiempo de limitar el tiempo que los niños ven la televisión a no más de dos horas al día, "ha llegado el momento de que cambiemos nuestro enfoque", afirmó.

McCarthy explicó que "necesitamos poner el énfasis en los resultados y no en el tiempo delante de la pantalla, porque lo que importa son los resultados... Es una variante de la idea de 'si no puedes con el enemigo, únete a él'. Si las pantallas van a seguir encendidas, centrémonos en el contenido y de qué manera podemos hacer que favorezcan a los niños".

HealthDay

Via:

15 de febrero de 2013

¿Qué tipo de elogio debo darle a mi hijo?

Decirle a sus hijos pequeños que son listos quizás no sea tan inteligente.

Un estudio reciente halló que probablemente no sea útil que los padres llenen a sus hijos de comentarios con la finalidad de fomentar la autoestima. En lugar de ello, el tipo adecuado de elogios y estímulo podría ayudar a los niños a estar más abiertos al cambio y deseosos de hacer las tareas más difíciles que proveen oportunidades de aprendizaje.

La investigación sugiere que los niños pequeños cuyos padres les dicen regularmente cosas como "te esforzaste mucho en eso" en lugar de "qué maravilloso" podrían tener una ventaja incluso apenas cinco años después cuando tienen que asumir desafíos. Ese tipo de elogios de parte de los padres desde temprano puede afectar la forma en que los niños evalúan sus capacidades, señalaron los investigadores.

"Decirle a los niños que son inteligentes en lugar de alabar los pasos positivos que toman para resolver un problema mientras juegan puede hacer que cuestionen su inteligencia cuando se topen con algo que les resulte más difícil", señaló la autora del estudio Elizabeth Gunderson, profesora asistente del departamento de psicología de la Universidad de Temple, en Filadelfia.

Gunderson dijo que los padres tienden a establecer uno de dos "estilos de elogio" muy pronto, uno que se enfoca en lo que el niño hace, o uno que se enfoca en sus características personales. Entonces, mientras quizás un padre diga algo como "persististe hasta que la pieza del rompecabezas encajó", otro podría decir instintivamente "eres bueno para esas cosas".

Enfocarse en el proceso o actividad (en este caso, hallar la pieza correcta del rompecabezas) comunica que el esfuerzo y las acciones pueden llevar al éxito. Enfocarse en las características del niño parece transmitir inintencionadamente que su capacidad es inalterable, explicó.

A pesar de cualquier diferencia en el estilo natural de los padres, se les puede enseñar a suministrar elogios más orientados en el proceso, aseguró Gunderson. "Esta investigación definitivamente ha influido sobre lo que hago con mi hijo de un año", añadió.

Para el estudio, que aparece en la edición del 12 de febrero de la revista Child Development, los investigadores grabaron en video a 53 niños pequeños y a sus padres mientras interactuaban en casa durante 90 minutos. Se dijo a los padres que estaban participando en un estudio sobre el desarrollo del lenguaje en los niños, para evitar que se concentraran específicamente en lo que les decían.

Se analizaron los casos en que los padres alababan a los niños en las cintas, según enfatizaran las estrategias, el esfuerzo y la acción o las cualidades positivas del niño. Los investigadores notaron factores como la raza, la etnia y el nivel de ingresos de los padres para ayudar a asegurar que los resultados del estudio no se vieran afectados por esos datos. No evaluaron ni controlaron por el nivel de inteligencia del niño.

Entonces, cinco años más tarde, cuando los niños tenían unos 7 u 8 años, los investigadores dieron seguimiento a las mismas familias, y evaluaron si los niños parecían preferir las tareas fáciles o las desafiantes, y si se frustraban con facilidad cuando se topaban con alguna dificultad.

En las situaciones en que los padres tendían a alabar las acciones más que las características de los niños, los niños reportaron tener actitudes más positivas sobre los desafíos, tenían una mayor capacidad de encontrar formas de vencer los obstáculos, y creían que podían mejorar mediante el trabajo arduo. El estudio también halló que la cantidad total de elogios no afectaba las respuestas de los niños.

Los investigadores descubrieron una diferencia sexual relacionada con el estilo de elogio de los padres. Aunque los niños de ambos sexos recibían más o menos la misma cantidad de elogios en general, los chicos tendían a recibir más elogios por el proceso que las chicas. Cinco años más tarde, en promedio los chicos se sentían más cómodos al enfrentarse a desafíos intelectuales y eran más propensos a pensar que podían hacerse más inteligentes a través del trabajo arduo que las chicas.

Jean Twenge, profesora de psicología de la Universidad Estatal de San Diego, dijo que el estudio ayuda a hacer la distinción que los padres necesitan entre comunicar a los niños que pueden lograr algo y simplemente aumentar su autoestima. "Significa reforzarle a los niños que son capaces de hacer algo", apuntó Twenge.

Aunque Twenge dijo que cree que los investigadores realizaron un buen trabajo al controlar las variables externas, anotó que es imposible medir todo en este tipo de investigación, que se conoce como "estudio correlacional". También anotó que en cualquier momento en que los padres están siendo observados y filmados, sus acciones y comentarios quizás no reflejen lo que harían si no los observaran ni filmaran. Pero señaló que el nuevo estudio es "un buen complemento para los datos experimentales previos".

El estudio, aunque no se relaciona directamente con la autoestima, ilumina por qué dar a los niños mensajes positivos sin consideración no es efectivo, aseguró Twenge. "La autoestima en sí no lleva a cosas buenas, como unas buenas calificaciones o la prevención de la mala conducta", advirtió. "Es mejor enfocarse en la autoeficacia, o sea pensar que uno es capaz de hacer algo, y en el autocontrol. Ese tipo de elogios, que se enfoca en la acción, apunta en esa dirección".

La moraleja para los padres en realidad es bastante simple, aseguró Gunderson, autora del estudio. "Realmente se trata de fomentar una mentalidad de que el desafío y el esfuerzo son buenos, y que siempre se puede mejorar si se trabaja arduamente".

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare

Via MedlinePlus

7 de febrero de 2013

¿Es malo que mi hijo se chupe el dedo pulgar?

Chuparse el dedo es un hábito que suele considerarse normal durante el primer año de vida. Es posible que al terminar el ciclo de lactancia materna el chupón o chupete pase a ser el que intente suplir ese estímulo placentero que siente el bebé y sucede lo mismo cuando deja el chupete, el dedo pulgar pasa a ser lo que lo tranquiliza finalmente.

Sin embargo es necesario que después del año se vigile la succión del dedo pulgar porque ya no estariamos hablando de un reflejo de succión sino más bien de una necesidad ante el miedo o inseguridad.

¿Por que procurar quitar este mal hábito?

Si ya tu hijo ha pasado de un año de edad y notas que los episodios de succión van en aumento es hora de ayudarlo a dejar este hábito.  De lo contrario con el tiempo alrededor de los 4 años pueden originarse problemas en el crecimiento facial y de los dientes.

Además de la deformación de los dientes y el paladar, este mal hábito si no se elimina a una cierta edad, puede llegar a convertirse en perjudicial para el desarrollo físico, emocional y social de nuestro hijo.

En el aspecto fisico no olvidemos lo de la deformidad de los dedos con hiper extensión de los mismos, la formación de callos e infecciones alrededor de las uñas.

Si este hábito no se lograr corregir a tiempo puede ser dificil de eliminar. Conozco un caso de un joven ya adulto que mantiene este mal hábito al dormir. Además de todos los problemas fisicos que ocasiona, en el aspecto psicológico y social de hecho se ve afectado, pues la sociedad lo ve como algo inaceptable.

¿Cómo darle ayuda al tiempo apropiado?

Si tu niño ya paso el año y persiste en el hábito no lo regañes, ni le quites el dedo bruscamente de la boca, tal acción aumenta la tensión. Es mejor que empiezes distrayendo su atención y darle algún juego en el que emplee las manos. Pueden ser bloques lego, rompecabezas o cualquier juego que cumpla esta función de acuerdo a su edad.

Si tu niño ya tiene suficiente edad (alrededor de los 4 ó 5 años) para comprender bien tus explicaciones, enséñale las consecuencias para sus manos y dientes si persiste con esta mala costumbre. Además de todos los germenes que puede llevarse a la boca como resultado de continuar chupándose el dedo.

Si el niño se chupa el dedo solo para dormir puede denotar cierto miedo o inseguridad. Una manera de ayudarlo es regalándole un peluchito o muñequito que le servirá de consuelo a la hora de dormir. Es posible su nuevo amiguito le de la seguridad que encontraba al chuparse el dedo pulgar.

Algunos padres han colocado tiritas especiales en el dedo pulgar con sus personajes favoritos a modo de recordatorio de lo que no debe hacer. Por supuesto si el niño no lo desea es mejor no imponérselo.

Además puedes recurrir al fluido amargo que venden en las farmacias del que se usa también para los niños que se muerden las uñas. Explícale que no es un castigo sino una manera de recordarle que no debe meterse el dedo en la boca.

Recomendaciones finales:

- No gritarle, no regañarlos, ni mucho menos castigarlos. Al contrario elógielo cuando lo veas por un buen rato sin chuparse el dedo.

- LLevarlo al dentista para una revisión de los dientes y encias. Así como también al logópeda si ves que tiene problemas de lenguaje.

- No es recomendable empezar a quitarle el mal hábito cuando tu hijo este pasando por un momento dificil o de tensión como el inicio del año escolar, el nacimiento de un hermanito, separación de los padres, etc.

- Procurar que no mire demasiada TV. si identificamos que este es el estímulo que lo lleva a chuparse el dedo.

Y sobre todo nuestra última recomendación es que con amor, paciencia y buen humor tú y tu hijo de seguro pueden vencer a cualquier mal hábito.

28 de enero de 2013

En defensa de los hijos únicos

Se los acusa de mimados, de egocéntricos, de caprichosos, de creerse el centro de atención de todo, de solitarios, de reservados. ¿De que otro defecto me olvido?, porque todavía hay gente que suele etiquetarlos injustamente por el simple hecho de haberse criado sin hermanos.

Lo que es peor es que todas estas afirmaciones sin fundamento sobre los hijos únicos han invadido a toda nuestra sociedad y es el motivo por el que tantas madres que buscan tener un hijo más y que por alguna razón no pueden, se desesperen y hasta se depriman por no llegar a obtener lo que se nos ha propuesto como "el modelo ideal de familia". Es decir tener dos hijos o más, pero nunca uno solo.

Se acusa al hijo único, pero mucho más a sus madres, las que optamos o elegimos tener uno solo, se nos llama egoistas y posesivas como que si automáticamente estos rasgos de personalidad los adquirimos al tener a nuestro hijo o hija. No se específica de que las madres que manifiestan estas características siempre tuvieron un carácter así o si al haber tenido a su hijo empiezan a desarrollarlas. Se nos juzga así a todas por igual. ¡Que injusto!.

Se acusa a los hijos únicos de no saber compartir. Pues yo personalmente conozco casos de hijos únicos adultos que son muy generosos, diría yo más de la cuenta. No me sorprende ya que si han sido criados sin hermanos se esforzarán por ser más sociables de lo normal para compensar su ausencia. Además a los 3 o 4 años de edad la mayoría de los niños únicos o no, no suelen compartir sus cosas o juguetes, esto lo aprenderán años mas tarde y sin que tengamos que imponérselo.

También acusan al hijo único de no saber competir porque no tiene hermanos. Pues que les dire, al menos yo esta parte la lleve muy mal cuando era niña, hubiera sido más sencillo que la vida me enseñase a competir como suele ser con los hijos únicos y no haberlo aprendido con mis hermanos. ¿Que los hijos únicos no tendrán rivales en su vida con quien competir?, salvo estén encerrados en su casa aparecerán sin duda, y el hijo único aprenderá lo que esto implica. 

Obviamente no podemos afirmar que todos los hijos únicos son un dechado de virtudes sin defectos. No. Muchas veces los padres influimos demasiado en su futuro, y por supuesto también el ambiente en el que se criará. Por ejemplo: 

Si transmitimos nuestras decepciones, miedos, culpas y sentimientos negativos, probablemente será un adulto insatisfecho, callado, se sentirá solo y con la sensación de que se ha perdido de algo.

Pasa lo mismo cuando somos padres muy exigentes. El hijo único puede crecer queriendo complacer en todo a sus padres y se frustrará cuando no lo puede lograr. Esperamos como padres no caer en ese error. Debemos criar a nuestros hijos para que sean independientes y seguros de si mismos. Tenemos todos los utensilios para hacerlo.

Desde mi blog defiendo su condición. No se debe etiquetar a nadie, menos a un niño. Mi hijo  único Kevin es un ejemplo de que todas las acusaciones que se les hacen son solo mitos. Esto publiqué hace un tiempo en facebook y ahora comparto con los lectores de mi blog.

"Soy mamá de un hijo único, que para contradicción de muchos no es ni egoista, ni mimado. Es felíz compartiendo lo que sabe y tiene. Independiente, muy sociable y super aplicado. También es un poco perfeccionista y en ocasiones se frustra mucho cuando sus cosas no salen como él quiere. 

Si me preocupa su futuro?, claro a qué madre no. Si me preocupa que cambie y se vuelva un adulto infeliz?, si continuamos como ahora andando en el buen camino ¿porqué tendría que cambiar??!!.

Si me preocupan lo que digan los demás sobre el futuro de los hijos únicos?. En lo absoluto!. Nadie tiene la capacidad para asegurar y afirmar que los hijos únicos se sentirán solos e infelices cuando sean mayores. 

Me ocupo del presente. De darle muchos abrazos y besos, de corregirlo cuando es necesario, de guiarlo para que tome sus propias decisiones, de presentarle amigos, de llevarlo al parque, de enseñarle lo que significa ser un buen amigo. Estamos sembrando amor en su corazón ¿qué esperan que cosechemos en el futuro?. 

No me desgasto emocionalmente pensando que mi hijo sufrirá de adulto por el simple hecho de ser hijo único. Soy positiva y vivo mi presente. El que diran de la gente me tiene sin cuidado, las opiniones tan diversas de algunos hijos únicos adultos algunos felices y otros infelices me hacen concluir una sola cosa: Nuestros hijos serán lo que nosotros los padres hemos sembrando en ellos. Puede que no estes de acuerdo conmigo y que le podemos hacer, no se puede complacer al mundo entero verdad? ;)".

Saludos!!

16 de enero de 2013

Mi hijo no sociabiliza ¿Qué hago?

Contrario a lo que se solia pensar sobre los hijos únicos como timidos y poco sociables la realidad es que muchos no tienen ningún problema en establecer amistades fácilmente con sus pares. Sin embargo esto no es una regla, hijos únicos e incluso niños que tienen hermanos pasan etapas de timidez en la que sus habilidades sociales practicamente no se desarrollan.

Como papá o mamá te preocupas por ejemplo cuando ves que tu hijo no se integra con facilidad en un grupo. Si notas que se aisla o juega solo siempre, es normal que empiezes a querer averiguar el porqué de su comportamiento y sobre todo como puedes ayudarlo.

Es verdad que los niños con hermanos tienen más ventaja en este tema, aunque no necesariamente tiene que ser así. Los niños en general pasan por una etapa de timidez que en ocasiones es pasajera. Pero cuando se convierte en un comportamiento de diario, los niños la pueden pasar realmente muy mal, porque el ser humano es por naturaleza un ser sociable, por lo que aislarse y no tener amiguitos en la infancia puede repercutir en daños emocionales futuros.

Si tu hijo tiene más contacto con adultos y muy limitado los juegos con niños es muy probable que le cueste hacer amiguitos o sociabilizar. Considera esta posibilidad si notas que a tu hijo o hija le cuesta integrarse a un grupo.

Si tu hijo antes sociabilizaba sin problema y ahora le está costando, analiza si se ha presentado un problema dentro de la familia que le puede estar afectando animicamente. (cambio de colegio, separación de sus padres, etc).

Como ayudarlo

Vigila que exista paz y armonia en tu familia y organicen actividades juntos, como salir a pasear.

Visiten parques, centros recreativos, reuniones sociales donde haya muchos niños con quienes tu hijo o hija puede jugar.

Restringe o limita el tiempo que tu niño pasa frente a la computadora, TV y juegos electrónicos. Promueve los juegos al aire libre en familia y con amigos.

Invita a uno o dos compañeritos o familiares a tu casa y vigilalos desde un punto no muy cercano.

Enseñale a compartir. Que vea en ti el ejemplo de como se hace, con el tiempo compartira con otros niños sus cosas.

No lo obligues a sociabilizar con alguien si él o ella no desea o esta de mal humor. Forzar situaciones puede llevar al desastre. Es mejor motivar o presentarle las oportunidades.

Ante todo paciencia. Recuerda que no conseguirás que tu hijo si es timido de la noche a la mañana sea super sociable. Al contrario esto se va desarrollando con el paso de los días y los meses si somos constantes como padres y no nos rendimos lo lograremos. ¡Animo!



10 de enero de 2013

Tu bebé te escucha y aprende el lenguaje mientras está en el útero

Estudio sugiere que mientras está en el útero y en las últimas semanas de embarazo tu hijo empieza con este proceso.

El desarrollo del lenguaje empieza en el útero, durante las últimas diez semanas de embarazo, sugiere un pequeño estudio con bebés estadounidenses y suecos.

Los investigadores afirmaron que esta habilidad puede demostrarse en las primeras horas de vida.

"La madres tienen la primacía en la influencia del cerebro del niño", señaló la coautora del estudio Patricia Kuhl, codirectora del Instituto de Aprendizaje y Ciencias Cerebrales de la Universidad de Washington, en un comunicado de prensa de la universidad. "El sonido de las vocales son las unidades que más se oyen y el feto se aferra ellas".

Solo unas horas después de haber nacido, los bebés pueden diferenciar entre el idioma nativo de su madre y un idioma extranjero, hallaron los autores del estudio. Afirmaron que esto indica que los bebés pueden escuchar a sus madres hablar a las 30 semanas de gestación, mucho antes de lo que se había pensado hasta ahora.

"Este es el primer estudio que muestra que los fetos aprenden antes de nacer los sonidos particulares del idioma de sus madres", afirmó en el comunicado de prensa la autora principal del estudio Christine Moon, profesora de psicología en la Universidad Luterana del Pacífico en Tacoma, Washington. "Este estudio cambia el resultado mensurable de la experiencia con los sonidos del habla desde los seis meses de edad hasta antes de nacer".

El estudio contó con 40 bebés de menos de dos días de nacidos. Había el mismo número de niños y niñas, nacidos en Tacoma o en Estocolmo. Mientras estaban en la sala de recién nacidos, los bebés escucharon los sonidos de las vocales tanto del idioma nativo de su madre como de idiomas extranjeros.

Se dio un chupete a los bebés conectado a una computadora para medir la reacción ante el sonido que habían escuchado. Los investigadores evaluaron el interés que mostraron los bebés por los sonidos de las vocales según el tiempo que pasaron chupando el chupete.

Chupar durante más o menos tiempo ante los sonidos no familiares o familiares demostraría su capacidad de diferenciar entre los sonidos que habían escuchado cuando todavía estaban en el útero.

Justo después de nacer, los bebés chuparon durante más tiempo tras escuchar el lenguaje extranjero que el nativo. Los autores del estudio concluyeron que examinar el modo en que los bebés aprenden podría ayudar a profundizar sobre el aprendizaje en todas las etapas de la vida.

"Queremos saber qué tipo de magia usan en la infancia temprana que los adultos no pueden usar", señaló Kuhl. "No podemos desperdiciar esa curiosidad temprana".

El estudio aparece en una edición en línea reciente de la revista Acta Pediatrica.




HealthDay
Via MedlinePlus

28 de diciembre de 2012

Pastel de zanahoria y naranja

Si encuentras una receta de un postre riquísimo, fácil de preparar y nutritivo lo tomas obviamente y no lo puedes dejar pasar. La receta de ésta semana cumple con todo lo anterior y además te sirve para introducir frutas y verduras en la dieta de tus pequeños hijos. A muchos niños no les gusta la zanahoria así que sin duda esta puede ser una excelente opción para que no la dejen de consumir. 

Recuerda que la zanahoria es rica betacarotenos ideal para la vista y piel, además de vitamina A y muchas otras más que favorecerán una buena alimentación para nuestra familia. También este postre lleva naranja una fuente importante de vitamina C. Recomiendo encontrar un tiempo para preparar este rico pastel y disfrutarlo en familia. Saludos!!

Ingredientes:

125 gramos de mantequilla
125 gr. de azúcar moreno o rubia
2 huevos
2 cucharadas de miel 
250 gramos. de harina preparada (la que lleva levadura)
250 gramos de zanahoria rallada
1 cucharadita de levadura o polvo de hornear
1 cucharadita de canela molida

50 gramos de pasas 
1 naranja (Se usará la ralladura y el zumo)

Preparación:

1- Pre calentar el horno a 180ºC.

2- Mezcla en un bol o tazón grande la mantequilla con el azúcar hasta que la mezcla quede suave.

3- Añadir la miel y los huevos y continuar batiendo.

4- Agregar la harina, la levadura o polvo de hornear y la canela. Después la zanahoria rallada, la ralladura de la naranja, las pasas y 50 ml. del zumo de la naranja.

5- Enmantequillar un molde y enharinar. Echar la mezcla en el molde y llevar al horno a 180ºC durante una hora y media aproximadamente.

6- Cuando ya este listo dejar enfriar y decorar con azúcar glas o molida.
Opcional: Si deseas puedes añadir nueces u otros frutos secos.


Foto:
delacocinadeana.blogspot.com

18 de diciembre de 2012

Cómo ha cambiado la imagen del hijo único

La imagen de los hijos únicos conforme han pasado los años ha ido cambiando. Desde este blog nos hemos esforzado por difundir la buena imagen con la que gozan hoy en día los hijos únicos. Es cierto que todavía persiste la gente que agobia a más de una madre con aquellos estereótipos cansados que vienen desde el siglo pasado. Sin embargo puedo asegurar que nuestros hijos únicos en un futuro cercano ya no serán señalados como egoistas, mimados, caprichosos, introvertidos y poco sociables solo por el simple hecho de ser hijos únicos.

Hoy se ha descubierto basándose en estudios cientificos que los hijos únicos aunque de hecho se han criado en un ambiente distinto al de niños con hermanos, son tan iguales, normales y con la mismas oportunidades que la de cualquier niño.

¿Qué exactamente ha cambiado en los hijos únicos?.

Ha cambiado su imagen de poco sociable con muy sociable, la imagen de egoista con generoso, inseguro e introvertido con muy seguro y extrovertido. Además de ser considerados como personas que actuan con madurez, creatividad y con una capacidad intelectual superior a los que no se criaron como hijos únicos.

¿De que ha dependido?

No de su condición definitivamente. No se puede generalizar y decir que por el simple hecho de ser hijo único tiene que mostrar solo cualidades positivas, de hecho puede existir la posibilidad de desarrollar conductas negativas. Sin embargo se ha demostrado que el futuro de un niño sea hijo único o tenga hermanos está condicionada a la educación que ha recibido de sus padres, así como a la influencia de su entorno en el que se ha desarrollado.

De ahí que los padres debemos tener cuidado de no cometer los clásicos errores que se asociaban con la crianza de un hijo único, como por ejemplo, la excesiva protección del niño. Lo que ha pasado es que conforme pasan los años, los padres nos informamos mejor y mejoramos el trato con nuestros hijos, por lo tanto los errores que cometian en el pasado criando a hijos únicos, hoy en día ya no se repiten.

Hijo único seguro de si mismo

Esto es una de los aspectos en lo que los hijos únicos han cambiado. Obviamente al estar mucho tiempo con nosotros los padres, los padres tenemos más oportunidades de concentrarnos en sus cualidades y virtudes, les delegamos responsabilidades acorde a su edad y el resultado de todo esto es seres con una buena autoestima y un grado de seguridad en si mismos envidiable.

Hijo único si pero solo no

Porque siempre estará rodeado de gente que lo quiere no podemos jamás etiquetarlos como solos, y los momentos de soledad que tendrán de hecho servirán para avivar su creatividad e imaginación. "Con mi hijo lo he podido comprobar, el casi nunca se aburre porque su mente siempre anda ocupada en algo. Puedo casi asegurar que no cambiará en este aspecto hasta que llegue a ser adulto".

Capacidades intelectuales superiores

Hay estudios cientificos comprobados que afirman que los hijos únicos tienen más oportunidades de desarrollar su intelecto, debido a la exclusiva atención que reciben desde pequeños. De hecho es su característica principal en la actualidad.

Generosos

La atención exclusiva de sus padres, lejos de volverlos egoistas como normalmente se etiqueta a los hijos únicos, podría hacerlos sentir tan satisfechos que les permitiría compartir con mayor facilidad, aún cuando no lo hayan hecho en la infancia.
Si tu hijo no comparte es posible sea producto de su edad, sin embargo con un buen ejemplo y la guia necesaria esta característica ira desapareciendo dejandote a un niño muy generoso y lo digo por experiencia propia como mamá de un hijo único.

Como hemos visto tenemos muchas razones para estar tranquilas criando adecuadamente a nuestros hijos. Los mitos que hacian referencia a los hijos únicos no son más que eso, simples mitos. El futuro de nuestros hijos lo estamos escribiendo juntos, nada esta dicho aún. Los buenos resultados los veremos poco a poco.

Recuerda que si no tenemos cuidado nuestros hijos únicos también pueden desarrollar características negativas como la manipulación, el creerse el rey de la casa al que tienen que cumplirle hasta el más mínimo deseo y ser poco sociables si no le damos la oportunidad de jugar e interactuar con sus pares.

La clave está en la forma de crianza.

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